Una reciente investigación publicada en la revista Science Translational Medicine, halló que el Párkinson podría desarrollarse en el sistema digestivo, específicamente en el apéndice, un órgano que demostró ser un reservorio de la sustancia que mata las células cerebrales.

Esto se relaciona en la sintomatología que se presenta, ya que cuando en una persona se presenta el mal del Párkinson, proteínas tóxicas se acumulan en el cerebro y matan nervios, sobre todo, aquellos vinculados al movimiento.

Adicionalmente, Investigadores del instituto Van Andel, en Michigan, Estados Unidos, analizaron la información de 1,7 millones de personas a lo largo de medio siglo, arrojando datos que indican que a los sujetos que les extirpó el apéndice, tienen un 20% menos de probabilidades de sufrir de este mal.

Fuente: Semana