La fiebre amarilla es una enfermedad viral que puede parecer lejana para muchos, pero sigue siendo una amenaza real en varias regiones del mundo, incluyendo zonas de Colombia. Conocerla, prevenirla y saber cómo actuar es clave para cuidar tu salud y la de los tuyos.
¿Qué es la fiebre amarilla?
Es una infección causada por un virus del género Flavivirus, transmitido por la picadura de ciertos mosquitos infectados. Su nombre se debe a un síntoma característico en casos graves: la ictericia, es decir, el tono amarillento que toma la piel.
¿Cómo se transmite?
La fiebre amarilla tiene dos ciclos de transmisión:
Ciclo selvático: El virus circula entre monos y mosquitos selváticos (Sabethes y Haemagogus). Si una persona sin inmunidad entra en este ecosistema, puede ser picada y contagiarse accidentalmente.
Ciclo urbano: Si una persona infectada llega a una zona urbana y es picada por un mosquito Aedes aegypti, este puede contagiarse y transmitir el virus a otras personas, generando brotes.
Síntomas más comunes
Los síntomas suelen aparecer de forma repentina e incluyen:
Fiebre alta
Dolor de cabeza
Dolores musculares (especialmente en la espalda)
Náuseas o vómitos
Pérdida del apetito
En casos severos, puede haber hemorragias, daño hepático y complicaciones graves.
¿Cómo se diagnostica?
En etapas tempranas, se puede detectar el virus mediante pruebas de PCR. Más adelante, se buscan anticuerpos en sangre con pruebas de ELISA.
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para curar la fiebre amarilla. Sin embargo, es fundamental tratar los síntomas y evitar complicaciones:
Hidratar al paciente adecuadamente
Controlar la fiebre (se recomienda acetaminofén)
Evitar medicamentos como el ácido acetilsalicílico, ya que aumentan el riesgo de hemorragias
La mejor defensa: la prevención
Vacunación: Es la herramienta más eficaz. Una sola dosis ofrece protección de por vida.
Control de mosquitos: Elimina criaderos como aguas estancadas y usa larvicidas.
Repelentes: Aplicarlos en piel expuesta puede reducir el riesgo de picaduras.
La fiebre amarilla es prevenible. Vacunarte y tomar medidas para evitar picaduras no solo protege tu vida, también ayuda a prevenir brotes en la comunidad. Infórmate, cuídate y comparte este conocimiento.
